¿Por Qué Estás Aquí?

¿Por qué sigues aquí?

Si eres creyente, ¿por qué estás aquí? Si Dios es un Dios amoroso, y lo es, ¿por qué no nos lleva con Él al paraíso en el momento en que recibimos la salvación? ¿Alguna vez te has hecho esta pregunta? Seguro que nos ahorraría mucho dolor y sufrimiento. Y desilusión por errores en nuestro caminar como cristianos. Todos los tenemos. El Dr. Dave Park de Infusion Ministries es aficionado a un dicho que me encanta. Dice: «Modelamos el crecimiento, no la perfección». La idea es que no debemos esperar ser perfectos nunca, pero eso no debe impedirnos trabajar para mejorar. Para acercarnos más y más a la semejanza de Cristo cada día.

Hay una razón, y sólo una, por la que permanecemos en esta vida terrenal desde el momento en que aceptamos a Cristo: para ser Jesús para los que nos rodean. Atraer a otros a Cristo, mostrar a un mundo perdido y moribundo la maravillosa noticia -el Evangelio- de la salvación y de un futuro asegurado en el cielo con Dios Padre.

Gran parte de mi vida como creyente la he pasado tratando de equilibrar en mi corazón, y en mi cabeza cómo invertir mi tiempo en el trabajo, el ocio, la adoración y el servicio a Dios - cómo dividir nuestro tiempo entre las cosas que necesitamos hacer, y las cosas que queremos hacer ... eso es simplemente pensar mal. Esta forma de pensar frecuentemente me llevaba a la insatisfacción y a la lucha interna, y siempre resultaba en menos de lo que Dios había planeado para mi vida. La serie EPIC de Infusion Ministries vincula las palabras de Dios de la Biblia a un viaje que comienza con la Identidad. Y la Identidad es el concepto fundamental sobre el que todo cristiano debe construir para comprender plenamente por qué seguimos en esta vida después de ser salvos. La identidad es la clave no sólo para entender tu propósito, sino que también es la clave para una vida productiva llena de gozo, llena de todas las cosas que buscamos. Cuando Jesús es el centro de nuestra vida, nuestra Identidad - literalmente comemos, trabajamos, jugamos, adoramos y descansamos, todo al mismo tiempo.

Las Escrituras nos dicen que Cristo nos ha asegurado un lugar en el cielo. De hecho, es una mansión. ¿No es genial?

"No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en Mí. En la casa de mi Padre hay muchas mansiones; si no fuera así, os lo habría dicho. Voy a prepararos un lugar. Y si me voy y os preparo un lugar, vendré otra vez y os recibiré a mí mismo; para que donde yo esté, estéis también vosotros." Juan 14:1-3 (RVA)

La Biblia también nos enseña que Dios quiere que todos estemos con Él en la eternidad. Y Cristo dejó clara nuestra asignación, en Su «Gran Comisión», anotada en Mateo. Estas palabras fueron dichas originalmente a los 12 discípulos y luego fueron transmitidas y son un encargo para cada creyente.

«Jesús se acercó y les habló diciendo: »Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a seguir todo lo que yo os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.'" Mateo 28:18-20 (NASB)

"Pero, amados, no se os escape esto: que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. El Señor no tarda en cumplir su promesa, como algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con vosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento." 2 Pedro 3:8-9 (NASB)

Recuerde que el infierno nunca fue creado para la humanidad. Fue creado para Satanás. El infierno es un lugar de castigo eterno para Satanás y los ángeles caídos que lo siguieron fuera del cielo en la caída. Dios creó el cielo para sus hijos y desea que pasemos la eternidad con él allí. Los incrédulos que van al infierno lo hacen sólo porque eligen rechazar el sacrificio de Cristo y permanecer separados de Dios.

«Entonces dirá también a los de su izquierda: “Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno que ha sido preparado para el diablo y sus ángeles...”» Mateo 25:41 (NASB)

El plan original de Dios era que el hombre viviera para siempre en un paraíso perfecto aquí en la tierra con Él. Pero Adán y Eva desbarataron ese plan. Así que el plan de respaldo de Dios era venir a la tierra caída, en forma humana como Jesucristo, y demostrar que se podía vivir una vida perfecta, y luego morir como un sacrificio perfecto - el único sacrificio aceptable para devolvernos a una relación correcta con Dios Padre.

"Hijitos míos, os escribo estas cosas para que no pequéis. Y si alguno pecare, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo; y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo." 1 Juan 2:1-2 (NASB)

Únete a mí en un viaje vital lleno de alegría, satisfacción y logros. No lo estoy haciendo perfectamente, y estoy bastante seguro de que tú tampoco. Pero he descubierto que la clave para vivir una vida que es ÉPICA en todos los sentidos es dejar de tratar de averiguar cómo dividir mi tiempo, talento y tesoro en diversas actividades, y confiar en el Espíritu Santo que vive dentro de todos los creyentes para dirigir el camino. No necesito levantarme y decidir trabajar, jugar o adorar. Dios tiene la intención, nos diseñó para hacerlo todo continuamente cada día. Tener un propósito es crítico para vivir diariamente con algún sentido de satisfacción. El único propósito que nos sostiene por más de un corto tiempo es cumplir con el propósito para el que Dios te diseñó. Lánzate por tu cuenta con la plena confianza de que si Jesús está en el centro de tu Identidad, entonces puedes responder claramente a la pregunta - ¿Por qué estás aquí?